domingo, 16 de mayo de 2010

Nuestra época (Editorial de Nuestra Propuesta del 13/5/10)

Continúa agrandándose el derrame de crudo ocasionado por la explosión de una plataforma británica en la que desaparecieron once trabajadores en el Golfo de México. Las firmas British Petroleum, Transocean y Halliburton (suena a Irak), reconocen el hecho como el peor daño ecológico de carácter mundial. La plataforma que se hundió derrama cerca de 800.000 litros por día (como cifra conservadora) y está acabando con la vida marina y las aves, hoy en peligro de extinción. Se atribuye este desastre a que la seguridad no va a la par de las perforaciones para la búsqueda de petróleo.

Desde un coche bomba inexistente en Times Square (no tenía bomba), las coimas en Venezuela, hasta el titular sobre el hallazgo de petróleo en Malvinas, por parte de una empresa británica, ocuparon las tapas de los diarios nacionales la última semana, en cambio el desastre ambiental no mereció una palabra porque están protegiendo la desmesurada explotación capitalista.

El objetivo principal de esa farsa ideológica es demostrar que no es posible enfrentar al imperialismo, que sólo es posible, en el mejor de los casos, negociar con el monstruo pequeños espacios de libertad y de ese modo desarticular la unidad y espíritu de lucha del campo popular.
Entre tanto la Ley de Medios sigue suspendida en nuestro país.

La vinculación entre estos hechos sin aparente relación entre sí es flagrante. El sistema concentrado de medios manipula, el imperio sigue su curso destructivo y la invasión de la soberanía en las islas argentinas agrega un nuevo episodio.

Pero hay más coincidencias, las luchas del pueblo griego, que merecen toda la solidaridad, expresan la pertinencia de la liquidación del sistema de explotación capitalista.

Hace 65 años, el 9 de mayo, se produjo la capitulación incondicional de los comandantes del ejército nazi alemán ante el comando soviético. Días antes, las tropas soviéticas habían entrado en Berlín e izaron en el Reichstag la bandera de la victoria. La orden de Hitler de “eliminar completamente la capacidad de Rusia de existir”, no se había cumplido. Había terminado la Segunda Guerra Mundial. Victoria de la humanidad.

Sin embargo, son hoy muy graves las amenazas que penden sobre los pueblos. Las fuerzas imperialistas, en primer lugar los EE.UU., los someten a nuevas formas de usurpación funcionales al mantenimiento de un orden injusto basado en el poder del imperialismo y de las clases dominantes, que restringen las libertades, atentan contra la soberanía nacional, promueven políticas antisociales violando los derechos de los trabajadores, militarizan el planeta, ponen en peligro la paz y la seguridad de la humanidad y contaminan el ambiente.

Una vez más se nos plantea preparar incansablemente nuestras fuerzas para ser portadores y portadoras de un fuerte carácter revolucionario, de una fuerte capacidad de agitación, de movilización, con conocimiento de la realidad y, por lo tanto, con vigorosa capacidad para generar, producir y reproducir los debates que la lucha cultural de nuestro tiempo impone.

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